Zamora, ¿nueva casa para ‘La Doyenne’?

Cuando publiqué en este mismo blog la propuesta para una ‘Strade Bianche a la zamorana’, recibí más respuesta de la esperada por parte del público. Entre ellas, algunas hacían referencia a posibles carreras que podrían tener su versión en esta provincia, pero hubo una que me hizo centrar especialmente la atención. Si el deseo de aquel twittero era ese o no, no lo sabré hasta que estas líneas salgan a la luz, pero una ‘Zamora-Sanabria-Zamora’ solo podría concebirse como un ‘remake’ de la Liège-Bastogne-Liège.

Hablar de esta carrera belga son palabras mayores, pues por algo es conocida como ‘La Doyenne’, la decana de los cinco ‘Monumentos’ que conforman las grandes pruebas de un día de la temporada ciclista. Por eso, hay que dejar claro desde un primer momento que esta propuesta toma como base esa competencia, si bien nunca podrá -en casi ninguno de sus aspectos- superar a la original.

CARRERA MASCULINA (265 km – Ver track) – 2600 metros D+

En primer lugar, una de las principales señas de identidad de las pruebas -tanto la original como esta propuesta- no es otra que la larga distancia a cubrir, así como tener que contar con un recorrido de ida y vuelta entre dos puntos. Con estos datos en la mano, la salida se tomaría en Zamora, junto al Pabellón Ángel Nieto, uno de los centros más icónicos del deporte zamorano.

Tras esto, el trazado previsto hasta llegar a Puebla de Sanabria no tendría ninguna dificultad más allá de la posible formación de abanicos en unos rectilíneos 110 kilómetros que discurren por sendas carreteras nacionales. Por el camino, se irían dejando atrás los mayores núcleos de población de esta zona, como son Montamarta, Tábara o Mombuey, recientemente visitada por La Vuelta. Una vez llegados a Puebla, donde podría estar situado el avituallamiento, el primer cambio de dirección importante llevaría a los corredores hacia el sur.

Así se llegaría a uno de los puntos más peculiares de toda la carrera, en un lugar que marca la frontera con Portugal. Sin cambiar de localidad, la carrera pasaría de un país a otro en Rihonor de Castilla o Rio de Onor, dependiendo a cual de sus habitantes se le hiciera esta pregunta. En esta zona cercana a la frontera, cruzada en dos ocasiones, se situarían las tres primeras ascensiones del día, que deberían comenzar a seleccionar una posible fuga.

A partir de la cima de Peña Ventaneira, se deberían recorrer alrededor de 60 kilómetros sin grandes rampas, si bien es una zona con carreteras estrechas y en un estado muy mejorable para la práctica de este deporte. Así, el protagonismo recaerá una vez más en las comarcas de Aliste, Tierra de Alba y Tierra del Pan; cada cual más cerca de Zamora que la anterior. Sin más preámbulos, la cuarta subida catalogada del día sería la de Vide de Alba, con una pendiente bastante tendida y seguida de una zona de toboganes.

Toboganes que llevarán al pelotón a las rampas más complicadas del día, pues Villaflor sería el nombre del que más de uno no se quisiera acordar después de la carrera. A la salida de esta pequeña localidad, un exigente muro -1 km al 9.9%- debería ser el encargado de romper la carrera con sus máximas de hasta el 15% de pendiente. A partir de ahí, el continuo sube-baja pasa a ser la tónica habitual de la carrera, con paso por Muelas del Pan -1.9 km al 4.9%- incluido en referencia al renombrado Trofeo Iberdrola.

Ya en dirección Zamora, se evitaría la N-122, para realizar una especie de triangulo hasta llegar a las inmediaciones de Almaraz de Duero. En esta zona se situará la última subida del día, muy suave -2.2 km al 3.9%-, pero capaz de dejar en la estacada a quien llegue justo de fuerzas. Finalmente, una decena de kilómetros después de coronar esta ‘tachuela’, la línea de meta aguardará a los corredores en La Marina.

CARRERA FEMENINA (148 km – Ver track) – 1800 metros D+

Al igual que ocurre con la carrera original disputada en Bélgica, las féminas solo realizarían la mitad del trazado, evitando así el trayecto de ida desde Zamora a Puebla de Sanabria. Así pues, las tres primeras subidas (iguales que en la carrera masculina) llegarán en la primera hora de carrera. Sin embargo, una vez pasada la localidad de Mahide, la carrera no girará hacia el sur, sino que seguirá su dirección hacia el este.

Con esta modificación, la parte central de la prueba cuenta con alguna que otra cota más que la prueba masculina, aunque solo añadirán cierto desgaste antes de llegar a la ya mencionada cuesta de Vide de Alba. A partir de este punto, el recorrido volverá a ser idéntico al masculino, con Villaflor -1 km al 9.9%. como ascensión más pronunciada y La Barrosa -2.2 km al 3.9%- como último lugar para lanzar un fuerte ataque cuesta arriba.


Imagen destacada: Trofeo Iberdrola

Perfiles credos con el editor de Cronoescalada.com

Eriz Fraile (@ErizFraile)

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